Observaciones en la obra poética de Rubén Darío de Alejandro Hurtado Chamorro

 


Observaciones en la obra poética de Rubén Darío de Alejandro Hurtado Chamorro

 

Por Eunice Shade

 

(Primera entrega)

 

Con Lupa me detengo en la Introducción del libro de Alejandro Hurtado Chamorro: Observaciones en la Obra Poética de Rubén Darío, escrita por el doctor Carlos Cuadra Pasos. Por el peso del doctor Cuadra Pasos en las letras nicaragüenses realizo el presente detenimiento en mencionado paratexto.

La Introducción empieza con un epígrafe de Jean Cocteau (1889-1963), poeta y escritor francés, donde se declara que “poesía es Dios”, declaración que evidencia la importancia de Dios para los conservadores. Recuérdese que la separación Estado-Iglesia se produce en Nicaragua con el liberal José Santos Zelaya.

En dicho paratexto, Cuadra Pasos aclara cómo se hizo el libro de Hurtado Chamorro: “Los artículos” que lo componen se publicaron por entregas “en la sección literaria del número del domingo” (3) de La Prensa; y debido a su calidad fue él mismo Cuadra Pasos quien visitó a Hurtado Chamorro para animarlo a publicarlos en forma de libro y con “el patrocinio de la Academia Nicaragüense de la Lengua” (1962: 3).

No se olvide que este libro se imprimió en el año de 1962 en la Editorial “Magys” de Granada, Nicaragua, y que, Cuadra Pasos es fundador y fue director de la Academia Nicaragüense de la Lengua, correspondiente de la Real Española”; como tal no deja de contextualizar la realidad de las letras nicaragüenses:

“Dentro de la triste tradición de los ensayistas nicaragüenses, el autor (Hurtado Chamorro) después del ímprobo esfuerzo que significa su estudio de la poesía de Rubén en su ascenso de águila (…) tiene que hacer el esfuerzo personal de la edición de su obra ante el abandono en este particular que todavía sufren las letras nicaragüenses” (1962: 4).

Cuadra Pasos se refiere también a la contradicción que representa Darío para Nicaragua y cómo Hurtado Chamorro lo percibe: “El genio como el fruto más delicado no puede ser producido en tierra árida (…) sin embargo Darío principia a desarrollar su númen en la pobreza de este ambiente” (1962: 4).

Pobreza en la cual, Darío se autoeduca leyendo los clásicos de la Biblioteca Nacional: “Todavía se guardan como reliquias en ese Instituto las colecciones de Rivadeneira que conservan las huellas de la inteligente lectura del poeta. El autor (Hurtado Chamorro) percibe los resultados de esas lecturas y acertadamente proclama su crítica que Darío, poeta multiforme, por inspiración y aspiración, es entre otras cosas, un poeta español en esencia y potencia” (1962: 4, 5).

Conviene recordar lo escrito por E. K. Mapes en su crítica a la tesis del Dr. Arturo Torres-Rioseco en Innovación e influencia francesa en la métrica de Rubén Darío, ensayo publicado por la Revista Hispánica Moderna en 1940. Rioseco rechaza la teoría de la influencia francesa en Darío optando por la española y diciendo prácticamente que Darío no innovó pues todas sus formas ya estaban contenidas originalmente en la lengua española, error que E. K. Mapes le hace ver con ejemplos concretos y agudeza crítica, llegando Mapes a una sabia conclusión: “Por convencido que estuviese un crítico de la influencia de escritores franceses sobre Rubén Darío, no le sería factible negar el profundo conocimiento que el último poseía de sus modelos españoles” (1940: 8).

Cuadra Pasos señala que Hurtado Chamorro ve en Darío “un poeta español” hasta la publicación de Azul (SIC). Al parecer antes no se citaba Azul… correctamente como debe ser con los tres puntos suspensivos que conforman su título y que deben acompañar siempre su citación, por ser título original tanto en la edición de 1888 (Chile) como en la de 1890 (Guatemala).

Darío “exhibe” muy temprano “sus raíces helénicas”, sin embargo Rubén no estudió latín, ni griego. Por tal razón, Cuadra Pasos recurre a la anécdota literaria: “Cuenta Don Miguel de Unamuno que conversando con Rubén le preguntó que si sabía latín y que le contestó con agudeza: “No señor sólo sé latinés”. “Es decir frases hechas que recogía en las lenguas clásicas de los libros en español en sus lecturas en la Biblioteca Nacional de Managua, y que conservaba su privilegiada memoria” (1962: 5).

Luego se menciona brevemente el recorrido de Darío por Centroamérica, Colombia, Chile, Argentina, París y España para proseguir por poemas específicos. De todos los poemas de Darío para Hurtado Chamorro “La Marcha Triunfal”, de Cantos de Vida y Esperanza es “cúspide de su poesía”, “es hasta donde se puede alcanzar la sonoridad del idioma castellano” (1962: 6).

Hurtado Chamorro considera los poemas “La Marcha Triunfal” de Cantos de Vida y Esperanza y “Salutación del Águila” de su libro El Canto Errante, “Himnos de la ínclita raza que el mismo Rubén calificaba” (1962: 6).

Y por último, la Patria: “el autor (Hurtado Chamorro) examina como el pensamiento culminante y decisivo de Rubén, un hispanoamericanismo adoptado con ardor verdaderamente patriótico (1962: 7). La columna vertebral de la Patria es el Idioma Castellano, para Rubén Darío, nos dice, “idioma siempre vivo” y así culmina la Introducción de Cuadra Pasos con Rubén presto a la Patria con su “espada” o su “lira”.  

Nota: En las citas se ha dejado la ortografía del ejemplar de la obra.

Fotografía de Rubén Darío tomada de Internet.

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